domingo, 4 de julio de 2010

Sangre, sudor y lagrimas.

Un domingo cualquiera. Eso pensaran algunos, pero que no se lo comenten a quienes tiene en sus cabezas una rexacosis de campeonato. Seguro que la injesta de bebidas altamente contaminantes para el organismo y la alegría por el triunfo conseguido han hecho de esta noche algo para recordar.
Aunque no pude ver la primera parte del encuentro y solo vi la segunda mitad,( creo que no soy el único que opinara de la misma manera) la actuación del colegiado fue desastrosa y permitiendo siempre el juego duro de Paraguay. Los minutos mas intensos del encuentro, con dos penaltis que Iker Casillas, primero a disparo de Cardozo, y Justo Villar, a tiro de Xabi Alonso, lograron detener.
Xabi Alonso lo marcó inicialmente, pero el colegiado guatemalteco Carlos Batres lo mandó repetir. El madridista cambió su disparo de lado y Villar se lo adivinó. El árbitro, en cambio, no vio una nueva pena máxima tras el rechace del meta paraguayo a Cesc.
Ahora que estamos en semifinales hay que tomárselo con calma y concentrarnos en lo que tenemos delante, que los Alemanes son un hueso duro de roer.

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